8 VIVIENDAS EN CALLE MARQUÉS DE MURRIETA
Logroño, 1996

El solar presenta una forma peculiar porque tiene frente a dos calles muy próximas a su intersección y forma parte de una manzana que acaba en el edificio adyacente, un edificio-proa, y además existe un patio de luces común que había que conservar.

Las fachadas se componen con los huecos siguiendo el ritmo del revestimiento de piedra blanca, que contrasta con la carpintería de madera. Las salas de estar tienen mirador en esquina, y las habitaciones balcón, excepto en la última planta que el mirador se convierte en una doble ventana que contribuye a rematar el edificio. La planta baja está revestida de piedra negra, aspecto que junto con el voladizo de la fachada, hace que ésta parezca quedar en suspensión.

Edificio selecionado para la exposición "Arquitecturas en La Rioja 1996", organizada por el COAR.